“Es un hotel muy chulo. La ubicación es fabulosa, estás al lado del puente Rialto y de la Plaza de San Marcos. Las habitaciones están bien y el personal es muy amable.”

“Todo ha sido positivo. Es tanto que lo describiré por partes:1) Situación. Es impagable que el hotel esté situado a 50 metros de la parada del Alilaguna (transporte por mar al aeropuerto). Aviso para nuevos viajeros: trasladarse por Venecia con las maletas, subiendo y bajando puentes, es para héroes. Su situación es estratégica para "andar" la ciudad, al estar en el centro geográfico en el mapa: sales del hotel hacia un lado, cruzas el puente de Rialto, y te recorres San Polo; si sales en sentido contrario, en unos minutos cruzas el puente de la Academia y te plantas en Dorsoduro; y si vas en dirección sur, en menos de 10 minutos estás en la Plaza de San Marcos. Es importantísima también su ubicación alejada de calles de tránsito permanente de turistas. He visto hoteles (y de muchas estrellas) en calles que confluyen a San Marcos donde no me alojaría en mi vida.2) Amabilidad. Exquisita por parte de todos los empleados del hotel.3) Instalaciones. Nos llamó mucho la atención que quedamos muy gratamente impresionados al ver por primera vez las instalaciones (pasillos, habitación, terraza de bar, etc..), tras la idea que llevábamos formada previamente al viaje por las fotos que aparecen en internet; dicho de otra forma: el hotel es más bonito que lo que se ve en las fotos. Está todo limpísimo, reluciente. Nuestra habitación (nº 210) contaba con una cama doble grande y un sofá cama para dos personas, todo muy cómodo y con un montón de almohadas.4) Desayuno. He visto en internet algunas objeciones al desayuno, que respeto pero no comparto en absoluto. No comprendo muy bien qué desayunan en sus casas algunas personas. Hay variedad más que suficiente para saciarse, tanto de productos salados como dulces. Muy original el sistema de servicio de mermeladas, para no desperdiciar producto; quizá convendría que el hotel hiciese lo mismo con la miel.5) Detalles. El hotel tiene numerosos detalles de cortesía. Desde la toallita refrescante que nos dieron a la llegada para mitigar el calor, hasta el espectacular bol de frutas (CON 11 VARIEDADES) de bienvenida en la habitación, y sin olvidar las botellas de agua que cada atardecer te encuentras al lado de la cama, junto con el pronóstico del tiempo y una tarjeta de buenas noches; ¡ah! y las cortinas de las ventanas bien colocadas para que no entre la luz. Lo que me lleva a preguntar ¿a alguien en algún hotel le vinieron a cerrar las cortinas o persianas, a eso de las 8 o 9 de la tarde?. A mí jamás; esta es la primera vez que veo este detalle.Felicitaciones al Hotel A la Commedia. Gracias por todo. Jose, Lorena y Lola.”